PDF Tabla RESPONSABILIDAD

  1.    Un acercamiento a la palabra responsabilidad

Es muy frecuente hablar de libertad, de defender esta capacidad del hombre de ser libre, sin embargo no se habla tanto de responsabilidad. Ser responsable supone asumir las consecuencias de los propios actos, de nuestras decisiones.

No significa

La responsabilidad no significa sólo responder ante uno mismo, hemos de responder también ante los demás.

Significa

Podemos definir a la persona responsable como aquella que asume las consecuencias de sus actos intencionados, resultado de las decisiones que tome o acepte; y también de sus actos no intencionados, de tal modo que los demás queden beneficiados lo más posible o, por lo menos, no perjudicados; preocupándose a la vez de que las otras personas en quienes puede influir hagan lo mismo.

 

1.1 La responsabilidad: condiciones y tipos.

a) ¿Qué es la responsabilidad? Una persona responsable toma decisiones conscientemente y acepta las consecuencias de sus actos, dispuesto a rendir cuenta de ellos. La responsabilidad es la virtud o disposición habitual de asumir las consecuencias de las propias decisiones, respondiendo de ellas ante alguien. Responsabilidad es la capacidad de dar respuesta de los propios actos.

 

b) Condiciones para que exista responsabilidad.

Para que pueda darse alguna responsabilidad son necesarios dos requisitos:

  • Libertad. Para que exista responsabilidad, las acciones han de ser realizadas libremente. En este sentido, ni los animales, ni los locos, ni los niños pequeños son responsables de sus actos pues carecen de uso de razón (y el uso de razón es imprescindible para la libertad).
  • Ley. Debe existir una norma desde la que se puedan juzgar los hechos realizados. La responsabilidad implica rendir cuenta de los propios actos ante alguien que ha regulado un comportamiento.

 

c) ¿Responsabilidad ante quién?

El hombre responde de sus actos ante sí mismo (juicio de conciencia) y otros hombres. A su vez, la responsabilidad ante los demás puede ser de varios tipos: responsabilidad jurídica (ante las leyes civiles), familiar-doméstica (ante la familia), laboral, etc.

 

d) ¿Puede haber exceso de responsabilidad?

Sí. Hay exceso de responsabilidad cuando se piden cuentas -a sí mismo o a otros- de comportamientos que no estaban regulados o que no era preciso regular. Suele darse cuando falta amor a la libertad; por ejemplo, si se pretende regular y controlar todo y al detalle, atenazando diversidad e iniciativas. Pero es más frecuente la irresponsabilidad.

 

1.2 ¿Es bueno ser responsable?

 

  • ¿Cómo disminuye la responsabilidad?

Disminuye la responsabilidad lo que disminuye la libertad, es decir, lo que entorpece la voluntad y el entendimiento, que son las facultades necesarias para realizar acciones libres. Por ejemplo, la violencia, la ignorancia y el miedo.

 

  • ¿Es mejor ser poco responsable?

No, no. Es preferible ser hombres libres, dueños de sus actos, capaces de tomar decisiones y de asumir sus consecuencias. Da gusto tener en el propio equipo a alguien que cumple los compromisos con responsabilidad.

 

  • ¿Por qué suena mal la responsabilidad?

La palabra responsabilidad trae malos recuerdos a la imaginación por varios motivos: Normalmente sólo se relaciona con errores o castigos, pues cuando la consecuencia de una acción es un premio no suele hablarse de responsabilidad sino de mérito.

Responder ante otros parece ir contra la propia libertad. Ambas cosas van unidas: sin libertad no hay responsabilidad, sólo quien es dueño de sus actos puede responder de ellos.

La responsabilidad se ve como opuesta a la diversión. En realidad sólo se opone al tipo de diversión sin medida; pues una persona responsable sabe divertirse en los momentos y modos razonables.

 

  • ¿Qué excusas hay para evitar responsabilidades?

Como la responsabilidad suena mal, es frecuente inventarse razonamientos que eviten rendir cuentas. Podemos agruparlos en tres tipos:

Para evitar responsabilidades ante los demás, es frecuente echar las culpas a otro, o bien decir “soy libre y hago lo que me da la gana”; queriendo expresar que no rindo cuentas de mi comportamiento ante nadie. La libertad humana no es así.

Para quitarse responsabilidad ante la propia conciencia, un recurso habitual es evitar reflexionar: aturdir la cabeza hasta que no pueda pensar. Otro sistema es decir “yo paso de todo”, o “ningún asunto me importa”.

 

2.    ¿Hay relación entre libertad y responsabilidad?

Ya hemos hablado en otro tema de la libertad, así que tú mismo puedes responder a esta pregunta. Para que no quede duda alguna daremos una respuesta.

Sí existe una íntima relación entre libertad y responsabilidad. ¿Por qué? Si no fuésemos libres no tendría sentido la responsabilidad. El hecho de ser libres, de elegir nuestros actos tras una decisión voluntaria y deliberada, es lo que en consecuencia exige que demos cuenta de las consecuencias, de los resultados. Se supone que somos seres inteligentes y que aplicamos nuestra razón a lo que hacemos y no actuamos a lo loco. Si obrásemos así las consecuencias de nuestras acciones serían de temer y causaríamos daños a los demás y a nosotros mismos.

Ya hemos dicho también que no vivimos solos en el mundo y que nuestros actos repercuten para bien o para mal en los demás, en este sentido tenemos un compromiso de comportarnos como personas ante la sociedad. No podemos concebir nuestras vidas fuera de todo compromiso. Esto ocurre cuando pensamos únicamente en nosotros mismos y no consideramos al resto del mundo, buscando exclusivamente pasarlo bien.

Es cierto que el compromiso exige esfuerzo, pero todo lo que conlleva esfuerzo es en definitiva lo que acaba mereciendo siempre la pena.

Ser responsable significa obedecer. Obedecer a la propia conciencia, obedecer a las autoridades, obedecer a mis superiores, sabiendo que esa obediencia no se refiere a un acto pasivo, de esclavo, sino a un acto operativo de compromiso, de deber.

La confianza es un valor fundamental, sin el cual no podemos obedecer, ni comprometernos. Es un presupuesto fundamental, el primer paso. Confiamos en que aquello que nos proponen es bueno porque quien nos lo propone es alguien honrado y de fiar que busca el bien de la humanidad, el bien de cada hombre.

Podemos pensar por ejemplo, ¿qué ocurre con las leyes injustas, o con otras que menoscaben a la persona y atenten contra su dignidad? En este caso, no serían de obligado cumplimiento, ya que al aplicar nuestra inteligencia y descubrir que es algo malo para el hombre, veo la responsabilidad de defender la dignidad de la persona y en ese caso se aplicaría la objeción de conciencia, derecho al que tiene acceso todo ser humano.

Pueden iluminar nuestro pensamiento unas palabras escritas por Taylor Caldwell en su libro La columna de hierro, tomadas de las Leyes de Cicerón:

La verdadera ley es la justa razón concordante con la naturaleza, de alcance mundial, permanente y duradera. No sabemos oponernos ni alterar tal ley, no podemos abolirla ni librarnos de sus obligaciones mediante cualquier cuerpo legislativo y no necesitamos buscar a nadie que no seamos nosotros mismos para que nos la interprete. La ley no difiere para Roma y Atenas, para el presente y el futuro, sino que será eterna e inmutable, válida para todas las naturalezas y todos los tiempos. El que la desobedece se niega a sí mismo y a su propia naturaleza.

Viene a decir Cicerón, que la ley es algo que debe estar acorde con la naturaleza del ser humano, si está en contra acaba dañando al hombre, idea que goza de gran lógica.

Para ser responsable

Si queremos responder a estas obligaciones, lo primero que tenemos que hacer es algo tan simple como oír y escuchar. Parece evidente pero no lo es tanto. En numerosas ocasiones nos encontramos con malentendidos, con que no hacemos bien un encargo, con enfados entre amigos y la mayoría de las veces es debido a una mala comunicación, a que tenemos que aprender a oír y escuchar.

 

3.    La responsabilidad y la toma de decisiones.

Hemos dicho antes que no sólo se trata de aceptar decisiones de otros, sino de tomar decisionesdentro del ámbito de autonomía propia, con el objetivo de mejorarse a uno mismo y de ayudar a los demás.

Este sentido de responsabilidad supone una decisión previa, porque en muchas de las cosas que hacemos o decimos no existe una decisión formal anterior. Esa decisión previa aunque en muchas ocasiones inconsciente, está esa preocupación por los demás, que nos lleva a tomar decisiones y a ser responsables.

Una vez que se toma una decisión hemos de ser conscientes de que somos responsables de las consecuencias y asumirlas.

Somos responsables de todos nuestros actos, especialmente cuando suponen un acto de la voluntad, pero también cuando son resultado de una falta de previsión. Es lógico que en alguna ocasión actuemos de un modo irresponsable sin querer, en este caso ser responsable significa intentar rectificar, reparar el daño causado y poner empeño en no cometer el mismo error en otra ocasión.

 

4. La preocupación por los demás

 A nivel humano, todos tenemos una responsabilidad hacia los demás. Por supuesto, hay que respetar a los demás, pero esto significa despertarles y exigirles dentro de la relación que exista con ellos: padres-hijos, marido-mujer, amigos… no sólo debemos hacernos responsables de nuestras propias vidas, sino también prestar la atención adecuada a los demás, a cualquier nivel.

 

5. ¿Cómo mejorar la responsabilidad?

1) ¿Cómo ser más responsables? El camino más rápido para mejorar en responsabilidad es apreciar claramente que de nuestro comportamiento dependen cosas grandes. Los hombres con ideales y metas elevadas se responsabilizan enseguida de sus decisiones.

2) ¿Qué cualidades ayudan a la responsabilidad? Hay varias virtudes que se relacionan mutuamente con la responsabilidad. Digamos dos:

Valentía. Para dar cuenta de los propios actos hace falta un valor capaz de superar el temor al castigo. (Responsabilidad ante los demás).

Humildad. El orgullo dificulta pedir perdón; mientras que la persona humilde reconoce sus fallos. (Responsabilidad ante uno mismo).

3) ¿La responsabilidad mejora con la edad? Con la edad suelen tomarse decisiones más importantes, y normalmente la responsabilidad aumenta. Pero no mejora por el simple paso de los años, sino por los hábitos que se adquieren. Puede verse el tema madurez.

4) ¿Cómo ejercitar la responsabilidad? La manera habitual de desarrollar esta virtud es aceptar responsabilidades por las acciones realizadas:

Responder de los encargos recibidos. Procurar cumplir los compromisos, las tareas, los deberes. No sólo laborales, también deportivos o familiares. Evitando atribularse con exceso de reglas que pueden conducir a rechazar regulaciones y responsabilidades.

Reflexionar ante la propia conciencia. Es bueno reconocer errores y culpas. Quien no reconoce culpas puede acabar siendo asesino en serie a quien todo da igual.

5) ¿Cómo impulsar a otros en esta cualidad? Además de recordar lo anterior, hay varios modos de animar a la práctica de esta virtud:

Presentar favorablemente las cualidades de una persona responsable, por ejemplo hacer ver que da gusto tener en el propio equipo a alguien que cumple los compromisos.

Poner encargos y preguntar por su cumplimiento; con el correspondiente aplauso si se realizó bien.

También ayuda la existencia de premios y castigos según sea el comportamiento. Evitando que todo gire en torno a esto, pues se trata de obrar bien porque eso queremos, no sólo por esperar una gratificación, que no siempre existe.

 

6. Tu responsabilidad como voluntario

La libertad y la responsabilidad son dos caras de una misma moneda. Cualquier acto libre que hagamos, tiene unas consecuencias de las que yo tengo que responder. Generalmente hacemos uso de la palabra responsabilidad cuando hacemos cosas que no están bien, pero pocas veces nos remitimos al autor de determinada actuación cuando sus efectos son positivos, pasando oculto; en ese caso el sujeto es también responsable de esa buena acción.

En el ejercicio de la responsabilidad es fundamental ser conscientes de la obligación o deber que tenemos de responder ante algo o alguien. No olvidemos que no somos versos sueltos que estamos en este mundo, sino que vivimos con muchas más personas, en un entorno en el que se desarrollan relaciones de distinto tipo: familia, amistad, matrimonio, trabajo, medio ambiente… con cada uno de estos agentes interactuamos estableciendo relaciones, influyendo en ellos. De aquí nace mi responsabilidad, mi respuesta a ellos.

El voluntario tiene que dar respuesta a la organización con la que se compromete a trabajar, secundando sus proyectos y los valores dela misma. Encuanto a su relación con la entidad que organiza el voluntariado, su responsabilidad con ella abarca diversos deberes hacia los beneficiarios, la organización, los otros voluntarios y la sociedad.

¿Qué implica y a qué compromete eso de ser voluntario? ¿Han de actuar y comportarse los voluntarios de una determinada manera, de acuerdo con ciertos valores y formas de conducta?

…hacia los beneficiarios:

  • Entrega generosa de lo mejor de uno mismo. Actuar con profesionalidad, humanidad y eficacia en las tareas encomendadas.
  • Prestar al beneficiario una ayuda gratuita y desinteresada sin esperar ni aceptar ningún tipo de compensación material.
  • Reconocer, respetar y defender activamente la dignidad personal de los beneficiarios, conociendo y acatandola Declaración Universal de los Derechos Humanos.
  • Confidencialidad y discreción en el uso de los datos relativos a los beneficiarios.
  • Crear un clima de respeto mutuo, evitando posturas paternalistas.
  • Fomentar en los beneficiarios la superación personal y la autonomía.
  • Informar a los beneficiarios de manera objetiva, teniendo en cuenta sus necesidades y circunstancias personales.
  • Denunciar cualquier violación de los Derechos Humanos.
  • Potenciar el desarrollo integral como persona del beneficiario.
  • Comprender la situación de partida del beneficiario.
  • Tratar de informarle con amabilidad de los modos en que puede buscar su propio desarrollo.
  • Ser paciente a la hora de esperar resultados de las acciones realizadas.

…hacia la organización.

  • Conocer y asumir el ideario, estatutos, fines, programas, normas de regulación y métodos de trabajo de la organización.
  • Respetar la organización sin utilizarla en beneficio propio.
  • Confidencialidad y discreción.
  • Hacer un uso responsable de los bienes materiales que la organización ponga a disposición del voluntario.
  • Utilizar debidamente la acreditación que la organización proporciona al voluntario.
  • Interrumpir la colaboración cuando la organización justificadamente lo solicite.
  • Comprometerse de modo meditado, libre y responsable, cumpliendo, los compromisos adquiridos y realizando con seriedad las tareas encomendadas.
  • Solicitar y participar en actividades de formación, necesarias para la calidad del servicio prestado.
  • Informarse, antes de comprometerse, sobre la tarea y responsabilidades que se asumirán, y considerar si se dispone de tiempo y energías suficientes.
  • En caso de renuncia, comunicarla con antelación suficiente para evitar perjuicios a los beneficiarios o a la organización.
  • Actitud abierta y cooperante hacia las indicaciones de la organización.
  • Participar imaginativamente en la organización.
  • Informar sobre las necesidades no satisfechas de los beneficiarios y sobre las deficiencias en la aplicación de los programas.
  • Informar sobre la posible inadecuación de los programas.
  • Denunciar las posibles irregularidades que se detecten.
  • Colaborar de manera gratuita y desinteresada.

… hacia la sociedad.

  • Promover la justicia social, fomentando una cultura de la solidaridad rica en valores humanos y difundiendo el voluntariado.
  • Conocer la realidad socio-cultural, para mejorarla, atendiendo las necesidades e interviniendo en las situaciones de injusticia.
  • Tener como referencia de la propia actividadla Declaración Universal de los Derechos Humanos.
  • Complementar la acción social de las distintas administraciones públicas, para dar un mejor servicio a la sociedad, sin proporcionarles un pretexto para eludir sus propias responsabilidades.
  • Comunicar a las instituciones pertinentes las situaciones de necesidad o marginación y reclinarles compromisos para solventarlas.
  • Procurar que el voluntariado no impida la creación deempleo. Detectar posibles yacimientos deempleo en relación a las necesidades cubiertas por el voluntariado que deben ser asumidas por otros sectores.
  • Transmitir, con sus actitudes, acciones o palabras aquellos valores e ideales que persigue con su trabajo voluntario. Ser coherente con la actitud de voluntario en el día a día.

…hacia los otros voluntarios.

  • Respetar la dignidad y la libertad de los otros voluntarios, reconociendo el valor de su quehacer, ya sean de la propia organización o de otras.
  • Adoptar una actitud de apertura y escucha hacia el otro.
  • Fomentar el trabajo en equipo, propiciando una comunicación fluida y un clima de trabajo y convivencia agradable.
  • Intercambiar sugerencias, ideas, propuestas y experiencias en un marco de respeto mutuo con vistas a una mayor eficacia del trabajo que se lleva a cabo.
  • Hacer propios y asumir con responsabilidad los compromisos adquiridos por el grupo.
  • Facilitar la integración, formación y participación de todos los voluntarios, especialmente de los nuevos, en condiciones de igualdad.
  • Ofrecer unaacogida cálida y sincera a quienes inician su voluntariado.
  • Promover el compañerismo para evitar la competitividad, el afán de protagonismo, las tensiones y las rivalidades.
  • Crear lazos de unión entre voluntarios de diferentes organizaciones.

La responsabilidad además de reconocer y actuar según estos deberes hacia los demás y con la sociedad, comprende una actitud activa, tener iniciativa, no sólo recibir inputs sino emitir outputs: participar. Es un elemento muy importante en la labor de voluntariado.

Participa, actúa, trabaja en tu proyecto de acción voluntaria y en tu organización. Recuerda que cada persona es única y es capaz de aportar mucho. Lo que tú puedes aportar no lo puede aportar otra persona porque es distinta, aportará ideas diferentes.

Llegó el momento. Esta es la ocasión de trabajar por aquello en lo que crees, es la oportunidad de ser útil a otras personas, a todos, a ti mismo.

Es el momento de hacer, de construir colectivamente, de crecer caminando junto con otras personas que, como tú, apuestan por un futuro mejor.

Disfruta, goza y trabaja. La acción voluntaria requiere esfuerzo, participación activa, compromiso, implicación, entusiasmo… ¡mójate!

Implícate en tu proyecto concreto de acción voluntaria y en la vida de la organización que lo hace posible. Sin compromiso no hay voluntariado. Pero nunca olvides que, por mucho que des, siempre recibirás más.

 

7. ¿Cuál es tu manera personal de vivir la responsabilidad?

Estas preguntas te ayudarán a conocer si eres una persona responsable y a profundizar en lo que realmente consiste la responsabilidad.

  1. He asumido plenamente la responsabilidad de ser voluntario. Tengo una vivencia profunda de la importancia de mi función.La responsabilidad supone este primer tipo de decisión consciente de responder por lo que uno es. No se trata tanto de responsabilizarse de un conjunto de tareas.
  2. Vivo la responsabilidad rindiendo cuentas ante las personas que tienen autoridad sobre mí.Hace falta responder ante alguien para ser responsable y todas las personas tenemos alguna autoridad por encima de nosotros.
  3. Después de tomar una decisión o emprender una acción, aguanto las consecuencias si el asunto sale mal.Algunas personas intentan pasar la responsabilidad a otros. Por ejemplo, si un hijo fracasa en sus estudios principalmente por tener poca capacidad real para el estudio, algunos padres no lo aceptan y pasan la responsabilidad del fracaso al colegio.
  4. Paso tiempo intentando prever las posibles consecuencias de mis decisiones antes de tomar una determinación.La responsabilidad requiere no sólo asumir las consecuencias de los propios actos sino también, prever las consecuencias.
  5. Asumo las consecuencias negativas de mis acciones equivocadas.Indicador de que es así, es saber pedir disculpas cuando haya cometido un error o que sepa rectificar y no seguir adelante con terquedad en algún asunto, a pesar de darse cuenta de que se ha equivocado.
  6. Habitualmente me comprometo con proyectos después de un estudio serio del asunto, pensando en las consecuencias positivas que puede haber para los demás y sin depender innecesariamente de la opinión de los demás.Algunas personas tienden a no comprometerse a menos que una mayoría de los demás ya lo haya hecho, o únicamente cuando se ve que el asunto está saliendo bien.
  7. Aunque existen muchos motivos para ser responsable, entiendo que el motivo fundamental tiene que ser mi reconocimiento de que tengo el deber de responder ante otra persona.Una persona puede actuar de una manera que parece responsable por fines económicos, por miedo, por eficacia. Sin embargo, no reconoce las exigencias auténticas de la responsabilidad.
  8. Cuando participo en reuniones en que se toman decisiones, asumo las consecuencias aunque la decisión tomada no sea lo que yo he considerado lo mejor.Responder por las decisiones tomadas en grupo es difícil, requiere una dosis suficiente de humildad.
  9. Me responsabilizo de lo que radicalmente soy, una persona.

Esto requiere acudir a los medios adecuados: formación y estudio para llegar a desarrollar de forma sana mi personalidad.

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