Os dejamos un relato que nos llega desde Muketuri, poblado donde Fundación Canfranc trabaja en proyectos de agua y seguridad alimentaria. Esperamos que os guste.
¡Una abrazo de paz en Navidad!
En un poblado a 17 km de Muketuri, donde las casas de la gente son de barro y paja, donde las noches en esta época del año son muy frías, los niños pastores ,y las niñas cargan leña y agua desde pequeñas, los hombres cosechan algo de grano para alimentar a la familia, y las madres sufren porque absorben el sufrimiento de todos los miembros de la familia. Las que llevan una vida en su seno rezan, y rezan, para que el nuevo milagro de la naturaleza, un bebé pequeño y de ojos grandes, nazca bien y sus ojos brillen en su tez tostada.. como dos estrellas en la noche … que luchan por vivir…
Esta semana tocaba reunión de seguimiento del curso de agricultura, repartir regaderas y semillas, ver que los pozos excavados funcionen, y, surgió la discusión entre dos mujeres por el agua del pozo que comparten; de golpe todo pareció oscurecerse y , entre gritos, cuando sale lo peor del ser humano, la raízdel odio, la envidia, la violencia… Entonces cuando nos tocó hablar aprovechamos para decir si todos sabemos qué celebramos en unas semanas, y dijeron que sí, que el nacimiento del niño Jesús, entonces, preguntamos, ¿ y qué es lo principal que viene a traer Jesús ? , ¿qué es lo más deseado? : – la paz dijeron;
Paz que empieza en nuestros corazones..
Llamamos a las dos mujeres en medio de todo, para que hicieran la paces, se dieron un abrazo , con una sonrisa tímida, y, un aplauso espontáneo explotó entre los allí congregados..
Me pareció una manera bonita de preparar la Navidad, preparando nuestro corazón para la paz, una paz de hermanos, que no la indiferencia, es desear lo mejor para el otro..
Ojalá hubierais podido presenciar el momento, parecía que se abrieran los cielos..
Autora: Lourdes Larruy, responsable de MCSPA, Etiopía