¿Cómo hacer para que el voluntariado no se limite a una foto y un hashtag?
El 31 de octubre terminó el último proyecto de la Unión Europea (Programa Erasmus+) aprobado a la Fundación Canfranc en medio de la pandemia derivada del COVID-19, que hemos logrado terminar con creatividad, ilusión y buenos resultados.
Al terminarlo, y cogiendo ideas de una reciente publicación, nos hacemos algunas reflexiones personales que queremos plasmar en esta noticia:
“Volunturismo: otro término híbrido de nueva gestación, aún no reconocido por la RAE y que suscita debate en el Tercer Sector, sobre todo en lo referente a la cooperación internacional. Evitar que el voluntariado se convierta en un negocio que alivie la necesidad imperante en la sociedad actual por vivir experiencias límite que alimenten los perfiles de las redes sociales y quede reducido a la toma de conciencia por parte de los voluntarios de su fortuna por vivir en una sociedad acomodada es todo un reto”.
Los voluntarios de Fundación Canfranc que hemos participado en este proyecto y en los días de voluntariado en Lisboa, tenemos muy claro lo que es llevar a cabo acciones solidarias a favor de minorías desfavorecidas, y esto es lo que hemos hecho durante una semana de trabajo en Lisboa en el barrio da Cruz Vermelha
Esta experiencia nos ha ayudado a desarrollar competencias que nos llevan a ser agentes de cambio, entendiendo que ese cambio no se circunscribe a nuestra participación en actividades estivales, sino a desarrollar un carácter emprendedor para solucionar los retos sociales
Las pequeñas acciones que hemos llevado a cabo los voluntarios durante la semana pasada en da Cruz Vermelha han sido, entre otras, acondicionamiento de casas de personas en riesgos de exclusión social, campamento urbano de verano para niños y niñas, etc., con grandes resultados para los propios voluntarios: aumentar el empoderamiento de la mujer ligado al medio ambiente y a la promoción de valores cívicos y desarrollar el autoconocimiento, clave para poder desarrollar este tipo de aptitudes. Esa reflexividad la unimos a la responsabilidad social: “Conoce lo que puedes ofrecer, saca tus mejores cualidades, ponlas al servicio de la sociedad y mueve lo que está a tu alrededor”.
Así al terminar este proyecto lo que queda en los participantes es el reto de potenciar más el voluntariado a nivel local, ayudar en nuestra ciudad promoviendo entre nuestros iguales, amigos, compañeros, etc., más acciones de voluntariado.