Tras la jornada de formación para voluntarios jóvenes organizada por Fundación Canfranc en CaixaForum el pasado mes de octubre, alumnos de bachiller de diferentes colegios de Zaragoza están demostrando ser protagonistas de su cambio poniendo en marcha el programa “Q NADIE ESTE SOLO EN ZGZ”, como una forma alternativa de voluntariado para ayudar a combatir la soledad en la “época covid-19”.

En este año 2021, Lía, Andrea y Claudia, alumnas de 1º de bachillerato, con la coordinación de Mariger –responsable de la Fundación Canfranc- ya se han puesto en contacto con Jesús, hospitalizado en una clínica de Zaragoza y que solicitó compañía a través de su e-mail.

Estas alumnas, junto con otras compañeras, también se han organizado para compartir una tarde a la semana con señoras mayores que viven solas y que piensan que la comunicación intergeneracional les alegrará la vida. Nuestras voluntarias han empezado esta experiencia con Marijuli y Regina, acompañando a la primera a dar un paseo por una zona verde cerca de su domicilio y con la segunda han mantenido una conversación amigablemente, con intercambio de conocimientos.

Con María, Sofía y Lucia, jóvenes voluntarias que participaban los viernes en la actividad del bingo con personas mayores de la Residencia Romareda, desde la entrada en la covid-19 tenemos organizado un taller de preparación de materiales de ocio y tiempo libre en formato digital “aprendiendo a mirar al otro”, para suplir las sesiones presenciales a través de las redes sociales y de video llamadas.

Fundación Canfranc ha puesto en marcha reuniones de trabajo, con pequeños grupos de jóvenes voluntarios, dirigidas y coordinadas por personal experto del mundo sanitario para fortalecerles y darles una formación específica para la tarea de “acompañamiento a personas mayores”.

Skills previstos para las próximas reuniones de trabajo con los voluntarios:

  • Cambiar el mundo es voluntario ¿quieres marcar la diferencia?
  • Para volar alto: conócete y lidera tu potencial personal
  • En sus zapatos: soledad y otros retos del siglo XXI
  • Efecto mariposa: influyo en los demás. Atrévete a dejar huella.

El pasado viernes 22 de enero ha sido la joven enfermera María Clusa, quién les ha hablado a los voluntarios de la importancia de tomar conciencia de la singularidad de cada persona, de su dignidad y de su valor, para organizar acertadamente cada actuación de “asistencia personalizada” a personas solas. Tienen claro que el voluntariado es expresión de humanidad.